La necesidad de procurar a nuestras mascotas una alimentación adecuada, de forma sostenible y lo más armónica posible con el medio ambiente, nos estará llevando a utilizar fuentes de proteína convencionales y no convencionales, cuyos perfiles nutricionales y digestibilidad son muy variables. El uso de proteasas microbianas (exógenas) tiene un elevado potencial para producir fórmulas de alimento más versátiles, sostenibles y económicas, que al mismo tiempo contribuyan de mejor manera a mantener la salud intestinal, la salud general y el bienestar de nuestras mascotas.

Los alimentos que damos a nuestras mascotas están constituidos por moléculas complejas (polisacáridos, grasas, proteínas, etc.) que sólo podrán ser absorbidos y empleados en el metabolismo si previamente son desdoblados hasta sus constituyentes simples (monosacáridos, ácidos grasos, vitaminas, minerales y agua; así como aminoácidos, dipéptidos y tripéptidos en el caso de las proteínas), estas acciones de digestión y absorción se conocen en general como proceso digestivo.

Como herramientas biotecnológicas, las enzimas exógenas tienen la bondad de ser biodegradables, no dejar ningún tipo de residuos en los animales, y no conferir olores o sabores desagradables a los alimentos. Las enzimas que participan en el proceso digestivo son producidas por los tejidos del animal (enzimas endógenas); aunque también la microbiota intestinal produce enzimas, regularmente su relevancia es inferior a la que tienen las enzimas endógenas. Puede haber incluso enzimas en los propios alimentos que se consumen, pero su participación en la digestión suele no tomarse en consideración, ya que su estabilidad bajo las condiciones del tubo digestivo (principalmente al pH y la presencia de proteasas endógenas) y al eventual procesamiento térmico del alimento, es muy baja.

Digestión de proteínas en las mascotas.

Aunque existen diferencias importantes en las necesidades nutricionales de cada una de estas especies, las proteínas son componentes básicos en la dieta de ambas. La multiplicidad de funciones que las proteínas tienen en el organismo está íntimamente relacionadas con la gran diversidad y complejidad de su estructura.

Por ejemplo, los catalizadores biológicos de virtualmente todas las reacciones metabólicas (enzimas) son proteínas, los anticuerpos que permiten al animal defenderse de múltiples agentes infecciosos, son proteínas; existen miles de proteínas que participan en la construcción, estructura, reconocimiento, transporte y transformación de distintos componentes celulares.

Proteasas exógenas para mejorar la utilización de proteínas dietarias.

El uso de enzimas exógenas es cada vez más amplio en la industria fabricante de alimentos para animales, ya que está asociado con reducciones significativas en los costos de formulación y con una sustancial disminución del impacto ambiental que la producción animal (aves, cerdos, ganado) genera. La mejora del proceso digestivo mediada por el uso de enzimas exógenas no solo facilita la obtención de los nutrientes esenciales de una manera más amigable con el medio ambiente, también repercute en los perfiles y abundancia de la microbiota, la integridad, la salud del tubo digestivo y el bienestar general de los animales.

La soya bien procesada es reconocida como una buena fuente de proteína para alimentación de perros, particularmente cuando se combina con proteínas de origen animal. Ya que la suplementación de enzimas en dietas para perros adultos que contenían pasta de soya bien procesada, no tuvo efecto significativo en la digestibilidad de diferentes componentes dietarios, que de hecho sin la suplementación de enzimas presentaron valores de digestibilidad muy semejantes a los de la dieta a base de harina de ave.