Como ya es costumbre en esta columna y para iniciar el 2022 con un panorama más claro sobre las tendencias de consumo y lo que espera en este venturoso año, comparto con ustedes la evolución de las conductas en el consumidor.

Es importante mencionar que la pandemia a impedido
que se modifiquen muchas de las tendencias que hemos
venido analizando respecto al consumidor, pero también
es importante resaltar la evolución de sus conductas, porque aún existe un alto nivel de incertidumbre, y es aventurado dejar de lado comportamientos que se adoptaron durante este tiempo.

Sin más preámbulo les comparto cinco tendencias que
marcaran el consumo del 2022:

1. VUELTA A LA RUTINA. Tras el cambio de hábitos
que ha conllevado el nuevo coronavirus, la población
desea más que nunca retomar su rutina habitual. Esto
también afecta al comercio y los productos que se ofertan ya que deben adaptarse a nuevos estilos de vida, ser seguros hubo un incremento en frecuencia y cantidad de compra (alimentos, higiene, limpieza) el cual se mantiene este 2022.

2. MÁS TIEMPO EN CASA. Muchos consumidores van
a seguir en casa, ya sea por miedo, desempleo, o comodidad. Ya se demostró que es viable alternar la rutina con la tecnología y se mantienen las nuevas costumbres adquiridas durante la pandemia como home office, clases virtuales, videoconferencias, videollamadas, videojuegos en línea y servicios de streaming.

3. BÚSQUEDA DE LA RECIPROCIDAD Y PERSONALIZACIÓN. Los consumidores se han volcado en el último año en ayudar a los comercios, y están dispuestos a seguir haciéndolo en busca, también, de un trato más cercano. El usuario ahora busca una relación más personalizada y humana. Se identifica con a vulnerabilidad a la que estamos expuestos y es más consciente de como compra, a quien le compra y donde comprar. El Consumidor quiere ser recompensado, consumidor se inclina por aquellas marcas, productos o servicios que los consientan. 

4. CONSUMO A TRAVÉS DE REDES SOCIALES Y COMPRAS ONLINE. A través de estos canales los consumidores perciben en mayor medida la cercanía de las tiendas y la personalización de los servicios. Todo ello sin necesidad de salir de casa, lo que también se relaciona estrechamente con la pandemia.

El consumidor está más familiarizado con el comercio electrónico. Si antes de la pandemia las compras online ya eran altamente frecuentes, durante los últimos años han ganado más adeptos. Se espera una combinación entre las compras en canales físicos y digitales.

5. IMPULSO A NUEVAS ÁREAS DE NEGOCIO. Con tantas variantes de la pandemia podemos decir que estamos ante un consumidor burbuja(deseo de aislamiento), aunado a lo anterior, se prevé que muchos servicios
se presten “en burbuja” para preservar la sana distancia
entre consumidores.

Nutrición, cuidado personal, estética, limpieza, sanitización, son áreas con nueva valoración. Trabajo remoto, educación a distancia, geolocalización, telemedicina, software de gestión, atención de personas, seguridad, son áreas en crecimiento. Restaurantes con divisiones; menor concentración de clientes, salones privados para familias. Gimnasios con horarios y áreas especializadas.

Servicios personalizados, especializados, por cita. Crear verdaderas experiencias de consumo vivenciales, gratificantes. Aquí sí está dispuesto a pagar “más por más”.

Como con conclusión la velocidad, comodidad y conveniencia son algunas de las características que los consumidores sobre las que girarán las tendencias en torno a la vuelta a la normalidad por parte de los consumidores, con ello también se marcan nuevas pautas de las 4P ́s del marketing:

• Del Producto, el consumidor valorará más aquellos
productos en una relación costo vs. beneficio.

• Del Precio, el consumidor podría estará dispuesto a
sacrificar la calidad para obtener mejor precio.

• De la Plaza, predominara el auge de comercio electrónico.

• Y de la Promoción, principalmente debe explotarse con
el e-commerce, ya que el consumidor es un “cazador
de promociones”.

Sin duda y como lo hemos mencionado antes un fenómeno de esta naturaleza (pandemia) tiene un impacto en la forma de comprar, en la frecuencia de comprar, en la forma de interrelacionarse y de hacer el consumo.

Consumidor espera más involucramiento de las marcas,
valora más el compromiso social. Salud, bienestar, solidaridad, unidad, felicidad. De lo aspiracional económico a lo aspiracional emocional.