En todos los países, las autoridades sanitarias tienen la responsabilidad de mantener y mejorar la salud de las personas y de los animales; para dar cumplimiento a esta responsabilidad, cuentan con entidades u organismos reguladores para que establezcan los programas, las políticas, los acuerdos, y la normatividad correspondiente que se deben cumplir desde la producción primaria o la obtención de insumos de importación, el proceso de manufactura, la distribución y comercialización de los productos terminados hasta su llegada al consumidor final, ya sea dentro o fuera del país de origen. Estos organismos también tienen la responsabilidad de realizar actividades de inspección y vigilancia permanente para asegurar el cumplimiento de las disposiciones regulatorias establecidas.
El marco regulatorio u ordenamiento jurídico del cual derivan las disposiciones regulatorias de los gobiernos comienza con la Constitución Política del país en la que se presentan los principios y objetivos de la nación. De la Constitución se derivan las leyes que contienen la regulación de ciertos ámbitos relacionados con la vida de las personas y, para saber cómo dar cumplimiento a las leyes, se publican sus respectivos Reglamentos. Las normas oficiales emitidas por las dependencias gubernamentales son de observancia obligatoria y establecen regulaciones técnicas que contienen la información, especificaciones, procedimientos, instrumentos de medición y metodologías que deben cumplir los productos para su comercialización, además, hay normas de aplicación voluntaria denominadas “estándares” que son emitidas por Organismos de Normalización y que contienen especificaciones, atributos métodos de prueba, directrices, características o prescripciones aplicables a un producto, proceso, instalación, sistema, actividad, servicio o método de producción u operación; también hay estándares relacionados con terminología, simbología, embalaje, marcado o etiquetado. Las entidades gubernamentales complementan sus acciones regulatorias con otros instrumentos de observancia obligatoria como lo son: los Acuerdos, los Decretos y las Reglas de Operación.
«Las regulaciones son reglas que hacen cumplir las entidades gubernamentales y su importancia radica en que establecen el estándar de lo que pueden y no pueden hacer las empresas en los negocios».
En el caso de las industrias que manufacturan alimentos para animales, cada país tiene su propia regulación, sin embargo, abarcan en general, los mismos temas: regulación para el registro o autorización de los alimentos para que puedan ser elaborados y comercializados y regulación relacionada con su proceso de elaboración (Buenas Prácticas de Manufactura), con las Buenas Prácticas de Almacenamiento, las Buenas Prácticas de Transporte y Distribución, la responsabilidad de los fabricantes de asegurar su calidad e inocuidad de sus productos, la vida útil (de anaquel) de los mismos y la información comercial en el caso de productos envasados y etiquetados para su venta. En resumen, se trata de regular que los alimentos manufacturados cumplan con las especificaciones de producción, calidad, seguridad e inocuidad necesarios para su comercialización y consumo.
Independientemente de que en una planta de manufactura de alimentos para animales se cuente con un responsable para dar cumplimiento a las regulaciones zoosanitarias nacionales o las de otros países, el personal que labora ya sea en el área de producción, de almacenes, de control de calidad o de aseguramiento de calidad, debe conocer y seguir los lineamientos de todas las normas zoosanitarias que apliquen a este tipo de industria. Es importante que el Médico Veterinario responsable de la planta de manufactura le dé seguimiento continuo a la difusión e implementación de dicha normatividad y que lo haga liderando grupos de trabajo; también, debe estar al pendiente de cualquier actualización en materia regulatoria que sea publicada para comunicar y revisar con el personal directivo y técnico de la empresa y se pueda proceder a su atención.
Cuando los alimentos que se manufacturan se van a exportar para su comercialización en otros países, es importante conocer las regulaciones del país destino, tanto las correspondientes para permitir su entrada y comercialización, como las de los requisitos zoosanitarios. En este caso de exportación de los alimentos, también es necesario revisar la Ley de Comercio derivada del “Tratado de Libre Comercio” que se tenga establecido entre ambos países. La Ley de Comercio indica cómo cumplir las normas y regulaciones propuestas en el Tratado y éste, a su vez, debe estar fundamentado en las leyes de comercio internacional. El cumplimiento de la Ley de Comercio se encuentra por encima de las leyes nacionales del país destino, es decir, si en el Tratado se incluye algún requisito que no esté considerado en la legislación nacional, de todas formas será obligatorio su cumplimiento.
Las regulaciones son reglas que hacen cumplir las entidades gubernamentales y su importancia radica en que establecen el estándar de lo que pueden y no pueden hacer las empresas en los negocios; se aseguran de que trabajemos con las mismas reglas y nos dan protección como ciudadanos.