El selenio es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es Se y su número atómico 34. Es insoluble en agua y alcohol, ligeramente soluble en disulfuro de carbono y soluble en éter. Presenta el efecto fotoeléctrico, convirtiendo la luz en electricidad, y, además, su conductividad eléctrica aumenta al exponerlo a la luz.

El selenio es un componente esencial de la enzima glutatión peroxidasa (GSH-Px), un importante antioxidante que protege al cuerpo contra los radicales libres y por ello su función es proteger a las membranas celulares contra los daños oxidativos. Esta enzima desactiva los peróxidos lípidos que se forman durante la oxidación que sufren los lípidos de la membrana.

En esta función, el selenio está estrechamente relacionado con la vitamina E y con los aminoácidos que contienen azufre, metionina y cisteína. La vitamina E protege de los daños oxidativos a los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) de la membrana celular, previniendo así la liberación de peróxidos lípidos. El selenio también juega un papel importante en la respuesta inmune.

Es un mineral ampliamente distribuido en los tejidos animales. La mayor concentración se encuentra en hígado y riñón, sin embargo, los músculos son el órgano que concentra el mayor volumen de selenio del cuerpo en el perro o gato. El selenio se encuentra en los cereales, el pescado, las carnes, las lentejas, la cáscara de las papas y el huevo.

Existe poca información sobre la biodisponibilidad del Se. Los bioensayos de Wedekind et al (1997) encontraron que la biodisponibilidad de Se de los ingredientes del petfood es alrededor de 20 por ciento cuando proviene de selenito de sodio, 27 por ciento cuando proviene de fuentes animales y 47 por ciento de los ingredientes derivados de plantas. Las fuentes más comunes en la suplementación son el selenito de sodio o fuentes incorporadas a aminoácidos (metionina o cisteína).

El consumo de Se por perros (que contiene 5,0 mg / kg de dieta) dio lugar a una anemia microcítica, hipocrómica, progresando en gravedad con el tiempo, a un daño hepático grave que incluye necrosis y cirrosis.

El NRC sugiere una suplementación en el petfood para perros de 0.35 mg de Se por Kg (4,000kcal ME), asumiendo que la dieta contiene un nivel adecuado de vitamina E. Y la suplementación del alimento para gato de 0.30 mg de Se por Kg (4,000kcal ME).