Por: Sabas de Diego / CTO TEBRIO
Se calcula que entre un 20% y un 30% de los perros domésticos padecen en algún momento de sus vidas alergias alimentarias que desembocan en problemas cutáneos. La proteína del insecto Tenebrio molitor puede ayudar a controlar estos desajustes sin descuidar una dieta rica en proteína de alta calidad. Las alergias alimentarias son un problema más frecuente de lo que a menudo solemos pensar para las mascotas con las que convivimos.
Casi un tercio de la población mundial de perros sufre alguna intolerancia más o menos grave a lo largo de su vida. Entre los alimentos que más alergias generan están las proteínas de origen animal, que al mismo tiempo y en condiciones normales son imprescindibles para el correcto desarrollo de nuestras mascotas. Dentro de esas proteínas animales, las que más intolerancias suscitan son las de la carne de vacuno, seguidas de las del cordero, el pollo y el pescado. Todas ellas suelen utilizarse en la formulación de los piensos más equilibrados que podemos encontrar en el mercado, junto al trigo, el maíz, la soja o los derivados lácteos, los otros ingredientes de consumo común que más problemas de este tipo pueden dar. Proteína hipoalergénica Afortunadamente, existen alternativas. Y una de ellas es la proteína del Tenebrio molitor o gusano de la harina, un insecto tremendamente versátil y que ofrece ingredientes de primera calidad para alimentación animal. La harina que se consigue extraer de este coleóptero no sólo alcanza un 72% de proteína novel bruta, sino que además es digerible en más de un 90% y altamente palatable. Estudios llevados a cabo en los últimos años revelan además que tiene un efecto regulador de la microbiota, lo que promueve el equilibrio de la flora intestinal y mejora la respuesta inmunológica del animal en períodos en los que, por uno u otro motivo, se haya producido una bajada en el nivel de las defensas. Además, y esto es sumamente importante cuando hablamos de alergias, el organismo de nuestra mascota no tendrá un recuerdo adquirido de la proteína de este insecto, por lo que será mucho menos probable que le provoque una alteración cutánea inducida por la dieta. En este sentido, un ensayo reciente llevado a cabo por científicos de la Universidad de Chungbuk, en Corea del Sur, revela que este ingrediente tiene un alto grado de hipoalergenidad. Dicha investigación se llevó a cabo con 19 perros atópicos que además padecían reacciones cutáneas adversas a los alimentos.
Se clasificaron en 3 grupos. El primero, de siete individuos, recibió una dieta a base de insectos. El segundo, de seis, una dieta con salmón. Y el tercero, de seis ejemplares igualmente, una dieta comercial o casera que en principio también era hipoalergénica. El experimento se extendió a lo largo de doce semanas. El grado de las lesiones se evaluó según el índice de extensión y gravedad de la dermatitis atópica canina (CADESI-4). Y al mismo tiempo, se evaluaron la pérdida de agua transepidérmica (TEWL) y la escala analógica visual de prurito (PVAS). Pues bien, al cabo de 8 semanas, el grupo de perros alimentados con proteína de Tenebrio molitor registró una disminución significativa de la puntuación CADESI con respecto a los otros dos. Y lo mismo ocurrió al cabo de las 12 semanas. También se registró una disminución de la pérdida de agua transepidérmica al final de los dos meses y medio que duró el ensayo. Y pese a que el universo de exploración, el número de ejemplares estudiados, era reducido, los científicos concluyeron que los resultados preliminares reforzaban la tesis de que la proteína del gusano de la harina puede ayudar a reducir la disfunción de la barrera cutánea y la gravedad de las lesiones producidas en la piel. Incluyendo las que el propio animal se autoinflige intentando calmar la picazón que sufre. Una estructura molecular única Las dietas basadas en insectos se han utilizado ya en medicina veterinaria para optimizar la producción en granjas y piscifactorías industriales con especies como cerdos, aves de corral, peces de agua dulce y salada, o mariscos. Y desde 2015, se han empleado también para diagnosticar y tratar trastornos alérgicos cutáneos derivados de la alimentación. Todo indica que la proteína del Tenebrio molitor tiene una estructura molecular única, tanto por su secuencia de aminoácidos como por su conformación tridimensional. Y que estas diferencias hacen que pase desapercibida para el sistema inmunológico del animal, lo que en definitiva reduce el riesgo de desencadenar una reacción alérgica. Al mismo tiempo, la harina proteica del gusano de la harina refuerza el sistema inmunológico, puesto que contiene péptidos antimicrobianos de bajo peso molecular y una proporción adecuada de ácidos grasos. No sólo refuerza la flora intestinal, sino que además presenta propiedades antioxidantes y puede mitigar ciertos daños celulares. Del mismo modo, la grasa que se extrae de este coleóptero es rica en Omega 6 y 9, en ácidos grasos insaturados (> 70%) y una fuente natural de oleico, linoleico y alfa linolénico. Tiene propiedades antiinflamatorias y una acidez tan baja que lo hace ideal para la formulación de piensos premium.