Adrian Gloria Trujillo / Germán David Mendoza Martínez
La industria de elaboración de alimentos para mascotas se enfrenta al desafío de producir alimentos funcionales que provean beneficios a la salud de los animales y cubran sus requerimientos nutricionales. El desarrollo de nuevos aditivos involucra investigaciones cuyos resultados definen sus alcances en la industria de los alimentos balanceados y dan valor al producto alimenticio.
La evolución en los alimentos para mas-cotas converge ante un panorama contradictorio en donde se prioriza el bienestar de las mascotas, pero hay un alto índice de enfermedades causadas por un mal manejo alimenticio. La sobrealimentación conlleva a la obesidad, y esta a su vez desemboca en disfunciones metabólicas (Tvarijonaviciute et al., 2012).
La dieta debe aportar los nutrientes necesarios para el correcto funciona-miento celular. Un ejemplo, es la colina, una quasivitamina que participa en el metabolismo de grupos metilo, síntesis de fosfolípidos, acetilcolina y mensajeros intracelulares. Además, de que posee propiedades lipotrópicas, es decir, evita la adiposis hepática.
Este nutriente es incorporado en la dieta en forma de cloruro de colina, y aunque su uso en las plantas de alimentos no representa riesgo para los trabajadores, sus propiedades físicas la vuelven difícil de manejar por su alta higroscopicidad, y predisposición metabólica a formar trimetilamina (compuesto asociado al olor a pescado).
Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana – Xochimilco
(Mendoza-Martínez et al., 2022) com-pararon la inclusión de un aditivo herbal (Biocolina, 800 mg/kg MS) que aporta fosfatidilcolina versus cloruro de colina 60% en la alimentación de perros. Eva-luaron el comportamiento productivo, palatabilidad, consistencia de las heces, pero además indagaron a nivel celular que sucedía específicamente cuando
los principios activos de estos aditivos ingresaban al perro y eran absorbidos en el intestino.
Su investigación se centró en estudiar los genes, es decir, segmentos del DNA que contienen la información genética que hace a un individuo único. La expresión de uno o varios genes pueden definir a un individuo con características específicas que lo hagan adaptarse a su entorno.
Del total de genes que conforman el genoma del perro, 2,207 genes se modificaron al sustituir el cloruro de colina por la fosfatidilcolina herbal. Al analizar la relación de estos genes con los procesos biológicos de un perro se observó que se podía mejorar su bienestar al prevenir enfermedades metabólicas – cardiovasculares y cáncer, modular la respuesta inmune y la inflamación, e incluso modificar el comportamiento del perro (procesos cognitivos).
Se estima que la cantidad de perros obesos va de 38.5 a 70 millones (Ger-man, 2006), de los cuales 20% sufrirán disfunción metabólica asociada a la obesidad (Tvarijonaviciute et al., 2012). Esta área de oportunidad resalta la importancia de formular dietas que incluyan fosfatidilcolina herbal. Estos metabolitos reducen la expresión de genes involucrados en la digestión y absorción de carbohidratos, vasoconstricción y retención de agua y sodio, y proliferación de organelos responsables de oxidar ácidos grasos y liberar energía. Los cambios positivos en los perros, reportados por los investigadores de la UAM, serían la disminución de enfermedades cardiovasculares, renales, cerebrovasculares, anormalidades asociadas con la diabetes mellitus tipo 2, ateroesclerosis e hígado graso.
Así mismo, la interacción Biocolina – genes redujo la expresión de 74 genes relacionados con procesos biológicos relacionados con cáncer. El cáncer es por mucho la principal causa de muerte en perros adultos (Fleming et al., 2011). La Veterinary Cancer Society (2021) estima que uno de cada cuatro perros podría ser diagnosticado con cáncer y ser la causa de muerte en mascotas de mediana edad. En este sentido, Bioloniana podría disminuir la incidencia de leucemia mieloide aguda (cáncer devastador en sangre con muertes en dos meses), leucemia linfoide, linfoma de Hodgkin, mieloma múltiple, cáncer de próstata, neuroblastoma y sar-coma. Estas son hipótesis que plantean los investigadores, y abren la posibilidad a nuevas investigaciones que se enfoquen en probar estas hipótesis.
El sistema inmune determina la supervivencia del individuo, discriminando lo propio de lo ajeno. El organismo usa mecanismos de defensa para asegurar la ausencia de enfermedades. Las barreras físicas, y mecanismos de rápida respuesta como la inflamación previenen infecciones (Tizard, 2017), pero una inflamación descontrolada puede derivar en cáncer. Los genes que aumentaron su expresión con Biocolina promovieron el proceso biológico Proteínas Quinasas Activadas por Mitógenos, el cual regula el proceso inflamatorio y la progresión del cáncer al controlar el creci-miento y supervivencia celular, como se ha observado con otros fitoquímicos (George et al., 2021; Zanotto-Filho et al., 2012).
En perros, los cambios en el comporta-miento representan un problema serio que no solo amenaza la integridad física y bienestar general del perro, sino además a las personas que lo rodean (Ibáñez y Anzola, 2011). Los investigadores de
la UAM Xochimilco observaron que sustituir cloruro de colina por Biocolina reducía la expresión de genes GABA. Ellos plantean que, con esta evidencia, el herbal podría reducir comportamientos negativos asociados al estrés, sin embar-go, resaltan también que podría verse afectada la vivacidad de la mascota. Hipócrates decía “Deja que la comida sea tu medicina y la medicina sea tu alimento”. En este sentido, la nutrigenómica no solo permite identificar los cambios que ocurren en las células bajo el efecto de un nutriente, sino, además, permite identificar la presencia o no de propiedades nutracéuticas en nuevos ingredientes.
Para la evaluación nutrigenómica se utilizó sangre de perros que recibieron 800 mg/kg Biocolina o 2000 mg/kg de colina (aportados con cloruro de colina 60%). De la sangre total se extrajo ácido ribo-nucleico (ARN). Se usó el procedimiento conocido como microarreglos o conjunto ordenado de genes en una pequeña superficie para lo cual mediante un proceso de transcripción inversa se obtuvo DNA de cadena sencilla y se hibridó en un microarreglo de DNA en donde se identificó y cuantificó la expresión diferencial de 22,000 genes.
LITERATURA CITADA
Fleming JM, Creevy KE, Promislow DEL. 2011. Mortality in North American dogs from 1984 to 2004: An investigation into age-, size-, and breed-related causes of death. J Vet Intern Med. 25: 187–198. https://doi. org/10.1111/j.1939-1676.2011.0695.x
George BP, Chandran R, Abrahamse H. 2021. Role of phytochemicals in cancer Chemoprevention: insights. Antioxidants 10: 1455. https://doi.org/10.3390/an-tiox10091455
German JA. 2006. The growing problem
of obesity in dogs and cats. The Journal of Nutrition. 136(7):1940S – 1946S. https://doi. org/10.1093/jn/136.7.1940S. Ibáñez TM, Anzola DB. 2011. Anxiety disor-ders in dogs. In Anxiety Disorders. In Tech. pp. 261 -280.
Mendoza-Martínez GD, Hernández-García PA, Plata-Pérez FX, Martínez-García JA, Lizarazo-Chaparro AC, Martínez-Cortes I, Campillo-Navarro M, Lee-Rangel HA, De la Torre-Hernández ME, Gloria-Trujillo A. In-fluence of a polyherbal choline source in dogs: body weight changes, blood metabolites, and gene expression. Animals. 2022; 12(10):1313. https://doi.org/10.3390/ani1210131
Tizard IR. 2017. Veterinary Immunology. 10th ed. Elsevier: Amsterdam. The Netherlands.
Tvarijonaviciute A, Ceron JJ, Holden SL, et al. 2012. Obesity-related metabolic dysfunc-tion in dogs: a comparison with human meta-bolic syndrome. BMC Vet Res 8:147. https://doi.org/10.1186/1746-6148-8-147
Veterinary Cancer Society. 2021. What are the most common types of cancers in dogs? How many dogs typically get cancer? Con-sultado en línea el 21 de julio de 2023. http://vetcancersociety.org/pet-owners/faqs/
Zanotto-Filho A, Braganhol E, Edelweiss MI, Behr GA, Zanin R, Schröder R, Simões-Pires A, Battastini AMO, Moreira JCF. 2012. The curry spice Curcumin selectively inhibits cancer cells growth in vitro and in preclinical model of glioblastoma. J. Nutr. Biochem. 23: 591–601.