Aurora Tinajero Chávez y María Teresa Viana
No es una novedad el hablar de alimentos para mascotas y pensar en el proceso de extrusión. Para quien no le quede claro, la peletización trata de compactar los ingredientes, mientras que la extrusión requiere de forzar el alimento a través de un tornillo presurizado, utilizando vapor a mayor humedad que el peletizado. Esto hace que los ingredientes no solo se mezclen y combinen mejor, sino que se provoque la gelatinización del almidón. Es por esto, que desde hace unos 70 años se han venido desarrollando los alimentos para mascotas mediante el proceso de extrusión. Entre sus múltiples ventajas, tanto para el producto final como para las mascotas, se puede mencionar: que mejoran la digestibilidad, ayudan a obtener un alimento más estable y duradero, reduciendo los finos, además de permite el modificar su textura desde crocante, suaves, elásticos, entre otros, lo cual es ideal para el alimento y premios para las mascotas.
En las siguiente imagen se puede observar la gelatinización de los almidones en los extruidos teñidos con lugol para observar eficiencia de gelatinización.
Ahora bien, la clave principal para que un extruido cumpla con esas funciones, radica en la molienda de los ingredientes. Éstos deben de tener un tamaño tal de partícula que permita un mezclado adecuado y no dar lugar a fibras o espacios que comprometan su compactación y por ende lleguen a fracturarse. La molienda consiste en reducir el tamaño de cualquier partícula, aplicando fuerza o fricción para su rompimiento o quiebre, lo cual es crucial para la absorción de vapor, lo que implica que los almidones presentes en la dieta podrán gelatinizarse mejor, y como resultado, el alimento será más digestible
Existen diferentes tipos de molinos: los de martillos, de navajas, quebrantadores y también los pulverizadores. La selección de uno u otro depende de las necesidades de producción y del tipo de producto que se extruye, y por supuesto, la inversión y velocidad en la cadena de proceso. En la industria de alimentos para mascotas, el molino de martillos es el más utilizado, no sólo por su simplicidad sino también por su eficiencia energética. Aunque los pulverizadores logran un tamaño de partícula más fino, su capacidad de producción es menor y son más costosos, lo que hace que el molino de martillos sea la opción seleccionada.
Para calificar la molienda, se sugiere analizar el tamaño de las partículas que se obtienen después de la molienda. Para esto, se puede utilizar un tamiz de mallas con diferentes aperturas y así, gravimétricamente, analizar el porcentaje del producto molido por unidad de talla. Lo cual nos dará una idea del desempeño y calidad de los extruidos. Para extruir un producto con calidad, es importante contar con un promedio de partícula de 0.5mm y nunca mayores a 1mm ya que éstos podrán ir bloqueando los insertos o dados y causar el paro del proceso. Que además, al irse bloqueando, una mayor presión se ejercerá en aquellos orificios no bloqueados y dará como resultado una mala uniformidad en la expansión de los extruidos. Que aparte de una apariencia visual nada atractiva, si el dueño de la mascota tiene el hábito de darles algún caldo con su comida, hará que algunas croquetas no floten, lo cual da un mal aspecto en el plato. Por otro lado la consistencia del alimento que no se expande bien, será menos crocante y más duro.