Las bacterias resistentes a los antibióticos, también conocidas como “súper bacterias”, son una preocupación de salud creciente en el mundo, y pueden estar presentes en el alimento que le das a tu mascota.
Las bacterias resistentes a los antibióticos causan la muerte de unas 700 mil personas en el mundo cada año, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que este número podría llegar a los 10 millones en unos años si no se toman medidas. Un estudio reciente descubrió que este tipo de bacterias se encuentran en la comida para perros, pero puedes tener precauciones para evitar que te afecten.
También conocidas como “súper bacterias”, estos microorganismos no pueden eliminarse del organismo con fármacos de uso común, por lo que las infecciones que causan avanzan sin que sea posible detenerlas.
Una investigación de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Oporto en Portugal descubrió que muchas de estas bacterias están presentes en la comida cruda para perros, por lo que alimentar con estos productos a las mascotas podría estar propagando las bacterias resistentes a los antibióticos entre los humanos.
Según los autores del estudio, presentado en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID), algunas de las bacterias encontradas en este tipo de alimentos son idénticas a las que se encuentran en pacientes de hospitales europeos, por lo que podríamos estar ante un riesgo para la salud pública internacional.
Los investigadores analizaron diversas marcas de alimentos para perros que se venden comúnmente en supermercados y tiendas de mascotas en Europa y varios países del mundo, para un total de 55 muestras: 22 de comida húmeda, 8 de comida seca, 4 semihúmedas, 7 golosinas y 4 crudas congeladas de 25 marcas diferentes disponibles a nivel internacional.
Sus pruebas encontraron la presencia de enterococos en el 54% de las muestras. De las bacterias encontradas, más del 40% fueron resistentes a antibióticos como eritromicina, tetraciclina, quinupristina-dalfopristina, estreptomicina, gentamicina, cloranfenicol, ampicilina o ciprofloxacina. También registraron resistencia a la vancomicina y teicoplanina y el 23% de los enterococos fueron resistentes a linezolid. El linezolid es un potente antibiótico de último recurso que se utiliza cuando ningún otro medicamento tiene efecto en una infección.
Algunas de estas bacterias halladas por los expertos de la Universidad de Oporto son idénticas a las que presentan pacientes hospitalizados en Alemania, Países Bajos y Reino Unido, y también se han encontrado en animales de granja y aguas residuales.
“El estrecho contacto de humanos con perros y la comercialización de las marcas estudiadas en diferentes países plantea un riesgo para la salud pública internacional. Las autoridades europeas deben crear conciencia sobre los posibles riesgos para la salud cuando se alimenta a las mascotas con dietas crudas”, señalan los investigadores.
Para evitar que esas súper bacterias presentes en la comida para perros afecten a los humanos, los expertos instan a los dueños de canes a lavarse siempre las manos con agua y jabón inmediatamente después de manipular la comida de sus mascotas y después de recoger sus heces.