El empaque es el primer contacto que el tutor de la mascota tiene con nuestro producto en el anaquel, por lo que su diseño es de suma importancia en la decisión de compra; independientemente de este punto, es esencial para conservar la calidad nutricional y de seguridad alimentaria del petfood. Por supuesto éste depende del tipo de producto (alimento seco, semihúmedo, húmedo, etc.).
En referencia al alimento seco y semihúmedo principalmente, el material que se seleccione debe tener resistencia al manejo que el producto experimenta durante su distribución en los canales de comercialización así como también debe funcionar como barrera a factores externos al producto tales como aromas, humedad, grasas, etc.; por supuesto también debe evitar que los aromas internos o la grasa salgan al medio ambiente.
Uno de los principales retos para el empaque es preservar la calidad nutritiva del alimento ya que por la cantidad de grasa con la que cuenta, la primera afectación que surge al tener una mala barrera al medio externo es la aparición de rancidez. La rancidez provoca no solo una alteración en el sabor y el aroma del petfood lo cual resulta en rechazos de consumo por parte del perro o el gato sino también este proceso provoca la destrucción de las vitaminas liposolubles así como también la pérdida de la solubilidad de las proteínas lo que conlleva a una disminución en su digestibilidad. Adicionalmente comienza la aparición de metabolitos tóxicos para el organismo como lo son los aldehídos.
En términos de seguridad alimentaria también el empa-que juega un rol muy importante debido a que el ingreso de humedad al producto puede derivar en la modificación de la actividad del agua y absorción de humedad por parte del producto lo cual provoca un fácil crecimiento de microrganismos (hongos o bacterias), comprometiendo la seguridad alimentaria del petfood.
Se ha buscado constantemente el incremento de la vida de anaquel de los productos por medio de la mejora estructural de los empaques aunque otra manera en que se logra esto es por el uso de la inyección de gases en los empaques (atmósfera controladas) lo cual aumenta sensiblemente su tiempo de viabilidad.
Otra característica a tomar en cuenta al elegir los materiales de empaque correctos es la posible interacción que dichos materiales puedan tener con el alimento ya que queremos evitar que éste absorba aromas extraños que hagan que los perros o los gatos lo rechacen.
En conclusión, hay muchos puntos a tomar en cuenta para elegir la estructura de empaque correcta para el petfood y se recomienda acudir a un experto para, en conjunto, escoger las mejores opciones.